Para hacer tu trabajo más fácil, te compartimos algunas estrategias útiles que llevarán a las nubes el rendimiento de tu grupo de colaboradores, al tiempo que realizas los correctivos necesarios:
1. Respira hondo
Sí, tal cual. Es muy fácil que nos dejemos llevar por las emociones, tanto positivas como negativas, y pasemos a la acción sin tener toda la información necesaria para valorar y decidir la mejor acción a emprender en cada caso.
Nuestro cerebro tiende a tomar las emociones como prueba de realidad, es decir, asumimos que nuestras emociones, lo que sentimos en nuestro interior, es una prueba de lo que pasa en el exterior, e incluso, en la mente de los demás: Tengo miedo, significa que hay un peligro. Tengo rabia, entonces él hizo algo para molestarme. Tómate unos minutos para que la carga emotiva se baje un poco, puedas pensar con claridad y tomar una buena decisión. Como dijo Aaron Beck, considerado el padre de la psicología cognitiva: Tus emociones y la realidad, son dos cosas distintas.
2. Enfócate en el problema.
No te centres en la persona, enfócate en el problema. Es muy común que los jefes de área al realizar correctivos, en especial cuando están emocionalmente muy cargados, personalicen la discusión y se enfoquen en destacar las debilidades o defectos de las personas en lugar de corregir la situación problemática, que es lo que realmente nos interesa resolver. Al actuar de esta forma le damos a entender a nuestros colaboradores que los errores no los definen como personas.
3. Infórmate bien
Algunas veces no tenemos toda la información para comprender lo acontecido y tomar una sabia decisión. Pregunta, explora y ve hasta el fondo del problema antes de emitir juicios y tomar decisiones.
De seguro verás distintas perspectivas de un mismo problema y la exploración podría, incluso, mostrarte distintas alternativas de solución.
4. Aprovecha la oportunidad
Nada enseña como los errores. Así que aprovecha la situación problemática para que tu colaborador, tú y la organización aprendan de lo sucedido. ¿Debemos hacer mejoras a los procedimientos?, ¿Falta claridad en los deberes del colaborador? Y la pregunta más importante ¿Cómo evitamos que se repita en el futuro? Si los errores se repiten es porque no estamos aprendiendo nada, no estamos creciendo.
5. Destaca lo positivo
Tan obvio como escaso. No solemos hacer retroalimentaciones positivas a nuestros colaboradores y nos centramos en lo negativo casi exclusivamente. Inevitablemente debemos corregir los errores, pero felicitar y reconocer los logros, avances y mejoras, favorece un ambiente positivo, motivante y favorece la productividad. No es necesario hacer una fiesta ni recompensar con dinero, un agradecimiento y una felicitación sincera valen mucho más.
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Miguel Ángel Úsuga Granada
Director Administrativo
AlfaPsicología
